Con que lubricar la puerta corredera

Las puertas corredizas son una adición conveniente y que ahorra espacio para cualquier hogar, ya que brindan un fácil acceso al exterior y permiten que la luz natural inunde el interior. Sin embargo, con el tiempo, las puertas corredizas pueden comenzar a atascarse y resultar difíciles de abrir y cerrar. Esto puede resultar frustrante e incluso provocar daños en la puerta si no se soluciona. La clave para que su puerta corrediza funcione sin problemas es el mantenimiento regular, especialmente la lubricación. En este blog, discutiremos qué usar para lubricar puertas corredizas y cómo lubricarlas adecuadamente.

puerta corrediza

Elige el lubricante adecuado

A la hora de lubricar puertas correderas, elegir el lubricante adecuado es fundamental. En realidad, el uso de productos incorrectos puede hacer más daño que bien, provocando acumulación y atrayendo suciedad y desechos. Hay muchas opciones de lubricantes para puertas correderas, cada una con sus ventajas y desventajas.

Una opción popular para lubricar puertas correderas es el lubricante a base de silicona. Este tipo de lubricante no es corrosivo y proporciona una lubricación duradera. También es resistente al agua, lo que lo hace ideal para usar en puertas exteriores expuestas a los elementos. El lubricante de silicona está disponible en forma de aerosol y se puede aplicar fácilmente a los rieles y rodillos de las puertas.

Otra opción es utilizar un lubricante seco como el polvo de grafito. Los lubricantes secos son ideales para usar en áreas donde los aceites y grasas tradicionales pueden atraer suciedad y mugre. El polvo de grafito se puede aplicar directamente a los rieles y rodillos de las puertas, proporcionando una excelente lubricación sin dejar residuos pegajosos.

Además de la silicona y los lubricantes secos, para lubricar puertas correderas también se pueden utilizar lubricantes tradicionales a base de aceite. Sin embargo, es importante elegir un aceite liviano que no atraiga suciedad ni escombros. Asegúrese de utilizar una pequeña cantidad de aceite, ya que el exceso de lubricación puede provocar acumulación y empeorar el problema.

usar lubricante

Una vez que haya elegido el lubricante adecuado para su puerta corredera, es importante utilizarlo correctamente para asegurarse de que lubrique eficazmente la puerta sin causar ningún daño. Estos son los pasos para aplicar correctamente el lubricante a su puerta corrediza:

1. Limpie los rieles y los rodillos de la puerta: antes de aplicar lubricante, es importante limpiar los rieles y los rodillos de la puerta para eliminar la suciedad y los residuos que pueden hacer que la puerta se atasque. Utilice una aspiradora o un cepillo rígido para eliminar cualquier acumulación de las orugas y los rodillos.

2. Aplique lubricante: Después de limpiar las orugas y los rodillos, aplique una pequeña cantidad de lubricante a las orugas, asegurándose de cubrir toda la longitud de las orugas. Si utiliza un lubricante seco, como polvo de grafito, aplíquelo directamente a las orugas y rodillos. Si utiliza lubricante a base de silicona, rocíelo directamente sobre las orugas y los rodillos.

3. Operación de la puerta: Después de aplicar aceite lubricante, abra y cierre la puerta varias veces para distribuir el aceite lubricante de manera uniforme y garantizar una lubricación efectiva de todo el riel y los rodillos de la puerta.

4. Limpie el exceso de lubricante: Después de operar la puerta, limpie el exceso de lubricante que pueda haberse acumulado en las vías y los rodillos con un paño limpio. Esto ayudará a evitar la acumulación y mantendrá la puerta funcionando sin problemas.

¿Con qué frecuencia debes lubricar tu puerta corredera?

Para que su puerta corrediza funcione sin problemas, es importante una lubricación regular. La frecuencia de la lubricación depende de diversos factores, incluido el clima en el que vive y la frecuencia con la que se utiliza la puerta. Como regla general, es mejor lubricar las puertas corredizas al menos una vez al año, o con mayor frecuencia si nota algún atasco o dificultad para operar la puerta.

Además de la lubricación regular, también es importante mantener limpios los rieles y los rodillos de la puerta para evitar acumulaciones que puedan provocar que la puerta se atasque. Aspirar y limpiar periódicamente los rieles y los rodillos ayudará a que la puerta corrediza funcione sin problemas.

Si elige el lubricante adecuado y lo utiliza correctamente, podrá mantener su puerta corredera funcionando sin problemas durante muchos años. El mantenimiento y la lubricación regulares son clave para evitar que su puerta corrediza se pegue y se dañe, asegurando que continúe brindando a su hogar un fácil acceso al exterior y luz natural.


Hora de publicación: 03-ene-2024